Hoy hemos visitado uno de los lugares con más historia del mundo, el monasterio de la Rábida. Un entorno único en el que se gestó el acuerdo entre Cristóbal Colón y los Reyes Católicos.   

¡Tierra a la vista! Estas fueron las palabras del marinero sevillano Rodrigo de Triana al divisar América a bordo de las carabelas. Nosotros hemos tenido la suerte de subir a ellas y descubrir la vida de estas impresionantes embarcaciones durante los diversos viajes de Colón. 

Por la tarde y tras el almuerzo, llegamos a Moguer para continuar aprendiendo sobre una de las figuras más representativas de la generación del 27, Juan Ramón Jiménez. Visitando su casa natal hemos observado la cantidad de recuerdos personales y materiales que pertenecieron a él y a su mujer Zenobia. Llegaba la visita a su fin, y como no, en aquel patio andaluz, nos esperaba el pequeño y peludo Platero. 

La tarde continuó con la visita al convento de Santa Clara, otro de los puntos estratégicos de los viajes de Colón. 

Tras el aseo y la cena, finalizamos nuestra jornada con una gran yincana en la que los alumnos y alumnas se lo pasaron en grande.