Un año más, veinticuatro alumnos de 3º de ESO (trece chicas y once chicos) han realizado el intercambio de inglés con Sevenoaks School. Han sido nueve días en el Reino Unido (del dos al once de octubre) y otros nueve (del once al veinte del mismo mes) en Málaga. Y como siempre, ha sido una experiencia muy positiva para todos. El intercambio no ha supuesto solo un aprendizaje lingüístico, sino también gastronómico, cultural y de convivencia.

Acompañado de las profesoras del Seminario de Inglés: Dña. María Zavala y Dña. Amaya Bolinaga, nuestros alumnos seleccionados han visitado el Museo Británico de Londres, Knole House y la catedral de Canterbury; también han paseado por Oxford Street, el Covent Garden, el Palacio de Buckingham, la Abadía de Westminster, el Big Ben. Se han subido a la gran noria London Eye y han asistido a varias clases de inglés donde se ha hablado, entre otros temas, de las consecuencias del Brexit, del sistema educativo anglosajón… Así mismo, hemos diseñado un frasco de perfume en una de las aulas de Tecnología de Sevenoaks y hemos jugado al Croquet (sí al Croquet, un juego muy distinto del criquet) en el césped del colegio británico.

Once de nuestros alumnos-as han podido experimentar el vivir en un clásico internado inglés, mientras que el resto del grupo se ha alojado en las casas de sus respectivos compañeros-as. Y todos ellos han disfrutado de esa convivencia escolar y/o familiar. Y luego, ya de vuelta en España, han brindado a sus respectivos ‘partners’ la hospitalidad de las familias españolas; les han enseñado nuestros monumentos, nuestra gastronomía y nuestro folklore. Así , de este modo, los ingleses han probado nuestros boquerones, nuestra tortilla de patatas, nuestro jamón... Han visitado La Alhambra, el museo Picasso, el museo Thyssen, el museo taurino y la plaza de toros de Málaga, Frigiliana, la Cueva de Nerja...

En definitiva, hemos compartido muchas horas y muchos días de buenos ratos y buenos sabores. Y como siempre, todos hemos aprendido un poco más de todos.

Ahora solo nos queda las imágenes de las fotos, los recuerdos, los diarios redactados y los emails que seguiremos escribiendo a nuestras nuevas familias inglesas, y quién sabe si el verano próximo nos animamos a visitar de nuevo a nuestros ‘guiris’ para prolongar este intercambio lingüístico y cultural o los invitamos de nuevo a Málaga para que sigan practicando nuestro idioma.